Sunday 22 June 2014

Gozo

Hemos sobrevivido a un día intenso lleno de emociones y un sustito.
 
 
El sustito: con gran humareda y comportamiento aparentemente errático del conductor, el mini-autobús expiró y nos retrasó todo. Imagen de las víctimas tras comprender que no había sido para tanto.
 
Cruzando de Malta a Gozo.

Carmina, Raquel, Clara, Andrea, Alina y María en cubierta.

Catedral de Victoria / Rabat (Gozo). El arquitecto, famoso por construir cúpulas diferentes cada vez, tuvo la mala idea de morirse antes de rematar el edificio con una. El techo es en realidad plano, pero el efecto del trampantojo es perfecto.

En las murallas de la ciudadela, oteando por si viene la flota turca.

Interior de la basílica de San Jorge, también en Victoria / Rabat.

El dueño de la basílica de arriba.

Como en España, el calor también se combate con la arquitectura.

El imperio español y el otomano pugnaban por hacerse con el control del Mediterráneo. Antes del fallido y famoso Gran Sitio de Malta (1556) hubo escaramuzas y batallas en abundancia. En un triste episodio Turgut Reis, también conocido como Dragut, atacó la isla de Gozo haciendo cientos de prisioneros que vendió como esclavos en Trípoli una vez conquistó esta plaza que además le fue regalada por Solimán el Magnífico como recompensa por sus numerosos servicios.




¿Y esta llave?  ¿Qué narices pinta aquí? Gozo se despobló pero algún tiempo después la gente fue gradualmente volviendo a la isla. Desde entonces dejan las llaves puestas por si reaparecen los descendientes de aquellos que fueron secuestrados y vendidos. En esta ciudad no se conoce el latrocinio.


La culpa de que algunos saquemos caras raras es que nos pillaron con la boca llena. 30 céntimos te cuestan los tradicionales pastici que pueden estar rellenos de queso ricotta o de guisantes. Alex sigue fiel a sus helados.

Paseo en barca por las cuevas y túneles en Dwejra, donde se puede admirar la Ventana Azul. Observad el tamaño de la barca (para 8 pasajeros).

La costa desde una cueva. Un paraíso para la piratería. "Cada alijo tiene su escondrijo".

En las ruinas de uno de los templos megalíticos de Ggantija.
Seguimos resistiendo el calor.

Algunos piedros tienen su tamaño.
Seguimos sonriendo.

Y, por fin, el ansiado premio. Una de las pocas playas de arena del país. A destacar el tono anaranjado de la arena.
 
Emilio, Irene, Alex, Irene, Guille M... poniéndose presentables antes de subir al bus de vuelta al ferry.



Cuatro clientas satisfechas y cansadas a bordo del ferry. Volvemos a Malta.


 

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